Pencas de acelgas «delokoura…»

Últimamente y debido a mis experimentos en la búsqueda del pan perfecto, tengo en casa una gran variedad de harinas, pero cuando yo pensaba que las tenía todas, llegó «Delokos» a Zaragoza y me aconsejó utilizar harina de garbanzos para rebozar unas pencas de acelga, así que me dije «¡mecachis, esa harina no la tengo!» así que de paso compré harina de arroz por consejo de Paula que también estaba en aquel agradable cafecico maño-galego aportando ideas y experiencias culinarias. Tengo que decir que fue un café de lo más divertido, creo que al final nos ganó delokos por cantidad de ingredientes diferentes en su despensa pero en experimentos gastronómicos me temo que quedamos empatados por igual… también contamos con la agradable presencia de Emilio que nos indicó cómo planchar un huevo y freír una camisa 😉

Aquí la recetiña 😉

Ingredientes:
– 1 Kg de acelgas (usaremos las pencas pero no tiréis el resto, no seáis malos)
– 250 g jamón curado
– harina de garbanzos (un puñao grande)
– 1 huevo
– sal (ojo, la justa que el jamón ya tiene su salero)
– aceite

Cocemos las acelgas como siempre, mejor si quedan al dente en plan espagueti, también es aconsejable cortarlas el hervor poniéndolas en agua fría después de cocerlas.

Cortamos las pencas en rectángulos grandotes y similares, ponemos en papel secante (el de cocina de toda la vida). Ahora hacemos libritos, osea, una base de penca, un filete de jamón y otro trozo de penca encima.

Último paso:

– versión delokos, hacer una mezcla espesa con el huevo, la harina de garbanzos y levadura, rebozar y freír.

– versión Paula, huevo, harina de garbanzos y freír (queda más suave).

– mi versión, pasar por harina de garbanzos, huevo y otra vez por harina de garbanzos y freír…

Conclusiones varias:

1.- No pude hacer las tres versiones porque mi verdulero (Carlos) últimamente está pelín despistao, o me pone kilo de más o me pone de menos (que fue el caso) y 1 kilo resultó ser poca cosa, (a veces también me pone de los nervios diciéndome señor).

2.- El sabor a garbanzos es muy sutil por lo que a día de hoy en mi casa siguen sin saber que estoy utilizando la harina de garbanzos, jejejeje…

3.- Tanto el color como la textura es fantástica, doradita y crujiente.

¡ Gracias por una tarde tan agradable !