Torrijas 2011

Las clásicas torrijas no pueden faltar en Semana Santa, aunque se pueden degustar en cualquier momento ya que son fáciles y rápidas de hacer, con un poco de pan del día anterior ya tienes de sobra para empacharte con este postre tan delicioso como pesado de digerir por lo que os recomiendo acompañarlo de un café y una buena siesta antes de salir a ver procesiones.

Ingredientes:

– pan del día anterior
– leche
– azúcar moreno
– huevo
– azúcar blanquilla y canela para rebozar

Calentar un poco la leche, agregarle azúcar moreno y poner a remojo las rodajas de pan, cuando estén bien empapadas, escurrir un poco, pasar por huevo batido y freír.

Finalmente pasar por azúcar mezclado con canela en polvo. Se pueden comer tanto frías como calientes pero permitirme un consejo, lo recomendable es comer solo una que llenan mucho…

¡ Buen Provecho !

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7 pensamientos sobre “Torrijas 2011”

  • En casa tampoco han flatado las torrijas este año.
    Les he hecho fotos pero aún no las he pasado al pc porque estos días estoy fuera de casa la mayor parte del tiempo y hoy mimso con esto de S. Jorge…. Hoy calle, calale y más calle si me lo permite la espalda….

    Feliz Pascua y feliz S. Jorge.

    Pochoncicos.

  • María Pilar: Gracias aun queda alguna, calentitas están deliciosas!

    Sefa: la verdad es que están buenas a cualquier hora y en cualquier momento del año.

    Wivith: nosotros también hemos estado en la calle pero un poco perdidos con esto de que es Semana Santa.

    Besicos para todas.

  • Mezclo huevo batido (a punto de tortilla) con nata líquida, miel y canela (las proporciones, allá cada cual) y embebo en la mezcla las rebanadas de pan (uso pan de pueblo con tres o cuatro días al aire para que seque). Las paso por huevo batido cuando aun no se han deshecho y las frío en abundante aceite rusiente. Las dejo sobre papel absorbente. Luego, a la fuente de servir y las espolvoreo con azúcar y canela en polvo. Deben de destrozar el hígado, los riñones y las arterias pero, como decía mi Abuela, todo eso no es del cuerpo. Están muy ricas (o, al menos, eso dicen mis nietos que me quieren mucho). Comen, no una, sino unas cuantas (con cabreo de sus respectivos padres (¡Ah!, que estamos en democracia, y madres).

    Buena proa
    Juan

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