1.-
Limpiar el pollo de piel y huesos, cortarlo en trocitos pequeños
y pincharlos en palillos para hacer mas fácil
su manipulación.
2.- Quitar la cáscara
a los pistachos y escaldar en agua hirviendo para poder quitarles
la piel mas fácilmente,
picarlos y mezclar con las semillas de sésamo.
3.- Batir las claras a punto de nieve suave. Sazonar el pollo y pasar por las claras y luego espolvorear con la mezcla de pistachos.
4.- Freír
en abundante aceite caliente y ... disfrutar de una extraña
sensación de morder algo que parece estar vacío hasta llegar
al trocito de pollo.