Un menú hecho por niños

Mi sobrino Iván (10 años) va ha asistir en horario de mañanas a un Campus Multi-deporte con Alex (13 años) y yo seré el chef ya que comeremos todos en casa, ahora serán dos niños en la mesa y ante semejante reto culinario se me ocurrió poner deberes a los niños, «Tenéis que hacer el menú para estas dos semanas, solo hay una condición, que sea un menú equilibrado».

Alex sabe mucho de eso de los menús equilibrados, le doy la brasa constantemente con los hidratos de carbono, las vitaminas y las proteínas que debemos consumir, así que se metieron en su cuarto y en un momento salieron con un folio y los menús de todos los días:

A simple vista observamos que para ser verano, no hay ni una ensalada, ni un tomate ni una lechuga ni nada que los adultos clasifiicariamos como veraniego, tampoco se ve la fruta por ningún sitio, del mismo modo, pasta de primero y pasta de segundo, curiosas conclusiones se pueden sacar de este menú hecho por niños.

He realizado algunos ajustes, fruta obligada todos los días y pescado como segundo si considero que el primero ya es un plato suficientemente fuerte pero el menú a sido respetado con bastante fidelidad al texto. Lo asombroso es que están comiendo todos los días de maravilla, incluso Alex me ha sorprendido ya que normalmente, sentarlo a la mesa es un infierno, me he pasado todo el verano con ensaladas de pasta, de arroz y cosas fresquitas que él rechaza casi de forma automática.

Otra cosa ha sido la cara de Arantxa cuando un día cualquiera de Agosto, al llegar del trabajo a las 16.00h con 38 grados en la calle, se encuentra como primer plato, unas lentejas calenticas;  «No me hagas esto, por favor», me suplicó, «aunque sea déjame unas hojicas de lechuga en la nevera pero no me des estos sustos».

Lo cierto es que quizás me esté equivocando con la dieta de Alex y es que en verano, también hay que comer lentejas… ¡En la cocina, también hay que escuchar a los niños!